La torre de pastel

Meridiano. Peligro. Explanada. Alzada. Lanzada. Mandanga. Pragmaticidad. Periodicidad. Materialismo histórico. Peludo. Prismáticos. Prístino. Mandrágora. Peliculosis. Alitosis. Orticultura. Maremagnum. Magnum. Rosas. Cristalización. Intrínseco…

Seguían saliendo palabras de la máquina de hacer pasteles. En la pastelería no entendían. No podían entender como en una máquina que el día anterior hacía montones de pasteles (exactamente 40 al día que era lo que tenía programado) ahora empezaban a salir palabras. Cientos. La máquina quería decirles algo. No sabía bien que pero lo estaba intentado. En la pastelería no sabían que hacer poque claro, se quedaron sin pasteles. Para cubrir el hueco fueron a comprar algunos pasteles a una tienda un poco lejana. Para no comprarle a la competencia. Y revendían esos pasteles con un euro o dos de diferencia. Pero mientras era urgente arreglar esa máquina. Había que hacerlo. Los especialistas decían que estaba todo bien, que no había ningún desperfecto técnico. Probaron desajustar un poco la espátula de mezcla…

Había una vez un brujo que quería ser libre… Cinco peronas en diversas partes del mundo se enteran que son hermanos… Me encontraba en el norte de Escocia cargando a mi perro herido de bala… Nadie se parece a Arnold Brando, salvo una mujer de 60 años… Esta historia comienza en Babel donde un niño aprendió a leer a escondidas de…

La máquina empezó a escribir comienzos de historias. Todos comienzos de historias que nadie iba a terminar. Y era despesperante, no solo porque no hacía pasteles sino porque empezaban a generar historias que causaban una intriga terrible. Los dueños ya no solo pensaban en como resolver la satisfacción de los clientes sino tabién que le pasará a Arnold Brando, o si José Melciadez encontraría a sus 4 hermanos, etc.

Empezaron a amasar. Llamaron a todos los miembros de su familia, Las niñas y niños tuvieron que faltar a la escuela, los abuelos y abuelas tuvieron que faltar a sus casas y actividades. Y todos esa semana se organizaron y empezaron a amasar y cocinar de forma artesanal

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9….

ese día la maquina pastelera empezó a contar, a expulsar números. Primero en órden y luego en orden aleatorio.

3, 54, 2843, 235 y 1/2, 5399200.01, 3…


La familia siguió y siguió amasando solo por esa semana porque los niños debían volver a la escuela y los jubilados a sus actividades de jubilados que bien merecidas la tenían.

La panadería tuvo que achicarse un poco y contratar manos profesionales.

Redactor: ¿Que faltó?

Respondedor: Bueno, falta un desenlace, una transformación de la máquina. Quizá lo que habría que hacer es ponerle una comunicación. Es decir, un niño, por ejemplo, que estaba amasando, puede acercarse a la máquina y preguntarle algo. Y entonces la máquina responderle. Se dan cuenta que se trata de una amasadora que se puede conectar a internet y responder preguntas. Desde entonces siguen así, trabajando de forma artesanal mientras la máquina de pasteles les cuenta historias y responde preguntas.

Redactor: Me gusta esa idea . Creo que va a terminar así.

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